“Mr. Henry Lane Wilson había reunido triunfalmente al h. Cuerpo Diplomático en la Embajada. Allí expresó que la prisión de Madero la sabía él, el embajador, desde hacía tres días y que debió de haber ocurrido en la madrugada. Agrego que a Madero lo internaron en un manicomio, que era, en su concepto, el lugar donde siempre debió habérsele tenido. En tanto, Huerta y Félix Díaz, con el Lic. Rodolfo Reyes, conferenciaban en un salón privado y firmaban el Pacto de la Ciudadela. Los diputados Querido Moheno, Manuel Malo Juvera y Tomas Branifff, llegaron a la Ciudadela a recibir ordenes, y allí se les indicó que entrevistaran a Huerta para legalizar la situación. Era muy sencillo: el criterio de Huerta consistía en que había obrado por patriotismo y deseaba que el Poder Legislativo estuviese de acuerdo, pero que si eso no se lograba en veinticuatro horas el Cuartel General estaba dispuesto a obrar. Se designó al Gral. Juvencio Robles para que comunicara a Madero y Pino Suárez que debían presentar sus renuncias. Madero después de discutir con Pino Suárez y el Lic. Federico González Garza, pensando que podían ir al norte a encabezar al pueblo y castigar a los traidores, conviniendo en formular las renuncias siempre que dos Ministros extranjeros certificaran las condiciones, entre otras, salir debidamente escoltados a Veracruz, para embarcar a Cuba.”
Sunday, December 2, 2007
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