Huerta vence a Orozco
“Un mes dejo transcurrir Huerta antes de emprender nuevos avances. Con ello Orozco pudo rehacer sus cuadros de combate; lograr una nueva entrada de armas al país y construir atrincheramientos en Bachimba. De esta suerte, Orozco fue capaz de reunir, de nueva cuenta, trece mil hombres, tendiendo una línea de fuego de poco más de 4 kilómetros. Huerta entre tanto también recibió refuerzos, fuerzas irregulares maderistas que avanzaron desde Coahuila y Sonora, sin embargo el principal frente seguía siendo el de Huerta. El día primero de julio avanzó sobre Bachimba, y el día tres de julio tuvo lugar la acción militar en donde después de varios ataques sin grandes daños, de la caballería de Orozco sobre la derecha y la izquierda de los gobiernistas, Huerta desalojo las trincheras de los orozquistas y los hizo retroceder en desorden, después mando al general Rábago que los persiguiera, al mando de 1500 hombres de caballería.” Pp.456-457
Retirada de Orozco
“La rebelión orozquista pudo darse por terminada. Orozco y sus lugartenientes huyeron hacia el norte; la ciudad de Chihuahua fue evacuada y ocupada por fuerzas de Huerta; la plaza de Ciudad Juárez se rindió. El gobierno de Madero consolidó su posición política. En su retirada la norte Orozco quemo puentes y estaciones; destruyó líneas telegráficas y telefónicas; impuso préstamos a los particulares, después intento invadir el estado de Sonora, pero le salieron al paso las fuerzas auxiliares. Estas no solo detuvieron los ímpetus finales de Orozco, sino que se presentaron como una amenaza al futuro del ejercito federal; y así lo advirtió el general Huerta quien desconoció a las autoridades civiles en Chihuahua y mandó el establecimiento de prefecturas militares. Tanta fue la autoridad que Huerta pretendió para si mismo, que el presidente de la republica sin circunloquio alguno, le quito el mando de la División del Norte, marcó un alto a los ímpetus de los jóvenes militares de la columna de Huerta, restableció el gobierno civil en Chihuahua, dictó disposiciones llevadas a al fin de crear un ambiente de paz, ofreció la amnistía a los restos sublevados e hizo regresar a Abraham González a Chihuahua en su categoría de gobernador.”
“Un mes dejo transcurrir Huerta antes de emprender nuevos avances. Con ello Orozco pudo rehacer sus cuadros de combate; lograr una nueva entrada de armas al país y construir atrincheramientos en Bachimba. De esta suerte, Orozco fue capaz de reunir, de nueva cuenta, trece mil hombres, tendiendo una línea de fuego de poco más de 4 kilómetros. Huerta entre tanto también recibió refuerzos, fuerzas irregulares maderistas que avanzaron desde Coahuila y Sonora, sin embargo el principal frente seguía siendo el de Huerta. El día primero de julio avanzó sobre Bachimba, y el día tres de julio tuvo lugar la acción militar en donde después de varios ataques sin grandes daños, de la caballería de Orozco sobre la derecha y la izquierda de los gobiernistas, Huerta desalojo las trincheras de los orozquistas y los hizo retroceder en desorden, después mando al general Rábago que los persiguiera, al mando de 1500 hombres de caballería.” Pp.456-457
Retirada de Orozco
“La rebelión orozquista pudo darse por terminada. Orozco y sus lugartenientes huyeron hacia el norte; la ciudad de Chihuahua fue evacuada y ocupada por fuerzas de Huerta; la plaza de Ciudad Juárez se rindió. El gobierno de Madero consolidó su posición política. En su retirada la norte Orozco quemo puentes y estaciones; destruyó líneas telegráficas y telefónicas; impuso préstamos a los particulares, después intento invadir el estado de Sonora, pero le salieron al paso las fuerzas auxiliares. Estas no solo detuvieron los ímpetus finales de Orozco, sino que se presentaron como una amenaza al futuro del ejercito federal; y así lo advirtió el general Huerta quien desconoció a las autoridades civiles en Chihuahua y mandó el establecimiento de prefecturas militares. Tanta fue la autoridad que Huerta pretendió para si mismo, que el presidente de la republica sin circunloquio alguno, le quito el mando de la División del Norte, marcó un alto a los ímpetus de los jóvenes militares de la columna de Huerta, restableció el gobierno civil en Chihuahua, dictó disposiciones llevadas a al fin de crear un ambiente de paz, ofreció la amnistía a los restos sublevados e hizo regresar a Abraham González a Chihuahua en su categoría de gobernador.”
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